Estas imágenes son una pequeñísima muestra de lo que tuve la suerte de vivir en Pamplona, el ruido, el olor a combustible, las marcas de goma en el trazado, todo nos hizo vibrar a los aficionados a este deporte del motor. Casi con alargar el brazo los tenías al alcance de las manos, simplemente increíble.
jueves, 23 de julio de 2009
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