La plaza de los Fueros es el lugar donde transcurre la vida social de los vecinos de Tudela, lugar para el descanso y el encuentro, además de puerta de acceso a la judería vieja y a las retorcidas callejas del casco antiguo. Construida en el siglo XVII, su primer cometido fue acoger las corridas de toros que se celebraban en la plaza de la catedral. Está presidida por la Casa del Reloj y cuenta con un quiosco que durante la época estival llena de música y alegría los atardeceres de la capital ribera. En este espacio se desarrollan los acontecimientos más relevantes de la ciudad, como los actos de Semana Santa y, en verano, el inicio de las fiestas y el popular baile de "la revoltosa".
La plaza de los Fueros se asienta en el límite entre el casco antiguo y la parte nueva de Tudela, capital de la Ribera navarra situada al sur de la Comunidad. Es el lugar de reunión preferido de los tudelanos, y un espacio idóneo para disfrutar del discurrir de la ciudad desde la terraza de alguno de sus bares, y un buen punto de partida para conocer el barrio monumental. A lo largo de su historia, ha recibido varios nombres: "plaza de los toros", "plaza Nueva", "plaza Real", "de la Constitución", "de Fernando VII", pero fue en 1893 cuando adquirió su actual denominación, en honor a los Fueros de Navarra. La idea de erigir una plaza nueva surgió con el fin de acoger las corridas de toros que hasta entonces se habían celebrado en la plaza Vieja, junto a la catedral, y que habían sido prohibidas por el Cabildo por tratarse de un lugar sagrado. La construcción de este espacio fuera de las murallas supuso el inicio de la reforma urbanística del municipio. Levantada sobre el cauce del río Queiles en 1687, fue necesario cubrir la vaguada con arcadas de piedras y extender sobre ellas el suelo de la plaza. Para la edificación se siguió el modelo de las plazas mayores de la España del siglo XVII. Como recuerdo de su época taurina, las fachadas presentan una decoración salpicada de escenas de toros y escudos heráldicos de las poblaciones que forman la Ribera de Navarra. La uniformidad de los tejados y fachadas tan sólo se ve alterada por dos edificios: la Casa del Reloj, que preside la plaza, y el hospital de Gracia, hoy en día residencia de ancianos. En 1921 se decidió ornamentar el centro de la plaza con un quiosco.
La plaza de los Fueros se asienta en el límite entre el casco antiguo y la parte nueva de Tudela, capital de la Ribera navarra situada al sur de la Comunidad. Es el lugar de reunión preferido de los tudelanos, y un espacio idóneo para disfrutar del discurrir de la ciudad desde la terraza de alguno de sus bares, y un buen punto de partida para conocer el barrio monumental. A lo largo de su historia, ha recibido varios nombres: "plaza de los toros", "plaza Nueva", "plaza Real", "de la Constitución", "de Fernando VII", pero fue en 1893 cuando adquirió su actual denominación, en honor a los Fueros de Navarra. La idea de erigir una plaza nueva surgió con el fin de acoger las corridas de toros que hasta entonces se habían celebrado en la plaza Vieja, junto a la catedral, y que habían sido prohibidas por el Cabildo por tratarse de un lugar sagrado. La construcción de este espacio fuera de las murallas supuso el inicio de la reforma urbanística del municipio. Levantada sobre el cauce del río Queiles en 1687, fue necesario cubrir la vaguada con arcadas de piedras y extender sobre ellas el suelo de la plaza. Para la edificación se siguió el modelo de las plazas mayores de la España del siglo XVII. Como recuerdo de su época taurina, las fachadas presentan una decoración salpicada de escenas de toros y escudos heráldicos de las poblaciones que forman la Ribera de Navarra. La uniformidad de los tejados y fachadas tan sólo se ve alterada por dos edificios: la Casa del Reloj, que preside la plaza, y el hospital de Gracia, hoy en día residencia de ancianos. En 1921 se decidió ornamentar el centro de la plaza con un quiosco.
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