ATENTADO 11 SEPTIEMBRE 2001.
El Departamento de Bomberos de Nueva York (originalmente y en inglés Fire Department of New York, o abreviado FDNY) es el cuerpo de bomberos oficial de la ciudad de Nueva York, y tiene la responsabilidad de proteger a los ciudadanos y los bienes de los incendios en cinco distritos de la ciudad, proporcionando servicios médicos de emergencia, técnicas de rescate, así como primera respuesta ante riesgos biológicos, químicos y radiactivos.
El FDNY tiene aproximadamente 11.600 oficiales y bomberos y unos 3.200 paramédicos, que cubren un ámbito extraordinariamente variado. Además de responder a incendios en cualquier tipo de edificios -incluyendo los rascacielos de Manhattan, deben hacerlo en multitud de puentes y túneles, grandes parques y zonas boscosas, sin olvidar el mayor sistema de metro del mundo. Este cuerpo es apodado "The New York's Bravest" (Los más valientes de Nueva York).
El FDNY tiene aproximadamente 11.600 oficiales y bomberos y unos 3.200 paramédicos, que cubren un ámbito extraordinariamente variado. Además de responder a incendios en cualquier tipo de edificios -incluyendo los rascacielos de Manhattan, deben hacerlo en multitud de puentes y túneles, grandes parques y zonas boscosas, sin olvidar el mayor sistema de metro del mundo. Este cuerpo es apodado "The New York's Bravest" (Los más valientes de Nueva York).
Cuatro aviones de pasajeros fueron secuestrados en ruta hacia el estado de California desde el Aeropuerto Internacional de Boston, el Aeropuerto Internacional Washington-Dulles y el Aeropuerto Internacional Libertad de Newark. Los cuatro aviones tenían como destino el estado de California, los tres primeros aviones hacia Los Ángeles y el último avión a San Francisco, por lo que sus depósitos de combustible iban llenos con unos 91.000 litros y unos 65.455 kg.[3] Los dos primeros aviones impactaron contra las Torres Gemelas del World Trade Center, el tercero contra el Pentágono en Washington DC y el cuarto en un campo abierto en Shanksville Pensilvania.
Las muertes se contaron por miles, pereciendo exactamente 2.973 personas, incluyendo 246 muertos en los cuatro aparatos estrellados (ninguno de los pasajeros de los aviones secuestrados sobrevivió), 2.602 en Nueva York muertos tanto dentro de las torres gemelas como a sus pies, y 125 muertos dentro del edificio del Péntagono. Entre las víctimas se contaban 343 bomberos del departamento de bomberos de Nueva York, 23 policías del departamento de policía y 37 policías de la autoridad portuaria de Nueva York y Nueva Jersey. A fecha de hoy, aún permanecen 24 personas más entre la lista de desaparecidos.
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